Aumento de la represión en los territorios ocupados

Mientras se ha producido una escalada de ataques en las zonas liberadas del Sahara Occidental, controladas por el Polisario, Marruecos sigue negando la existencia del conflicto, pero ha incrementado notablemente la presión sobre los y las saharauis residentes en los territorios ocupados, que se ven sometidos/as a un hostigamiento constante, con detenciones arbitrarias, registros domiciliarios, agresiones verbales y físicas e incluso algún caso de desaparición forzosa. En la actualidad, el caso más emblemático es el de Sultana Khaya, que junto con su familia permanece sitiada en su domicilio por las fuerzas de seguridad marroquíes desde noviembre de 2020, soportando repetidos episodios de asaltos y violaciones a su integridad física y sexual. También se ha incrementado la represión contra las varias decenas de saharauis que permanecen en las prisiones marroquíes, que además han visto agravada su situación por el COVID debido a las muy deficientes condiciones sanitarias carcelarias. Por su parte el Gobierno marroquí sigue poniendo trabas al acceso de observadores internacionales al Sahara occidental.